Como tú, estuve atrapada en un bucle sin fin, sin rumbo y con la urgencia de hacer algo significativo. Abandoné mi exitoso trabajo en la banca tras 11 años para abrazar lo que realmente importa: mi familia. Fue de las elecciones más dificiles que me ha tocado pasar pero hoy puedo afirmar que valió la pena.
Logré la libertad de dedicar tiempo pleano a mi hija, estar presente en cada momento de su desarrollo. Sin embargo sentía que postergaba mi potencial profesional.
Fue entonces cuando descrubrí doTERRA que fue clave para equilibrar ambos deseos: ser madre comprometida y desarrollar mi máximo potencial en un negocio propio.